Si quieres convertirte en protagonista del cuidado de tu piel, te vamos a dar una receta infalible para que prepares tu propia crema casera para hidratarla.
Cada vez es mayor la tendencia a cuidarnos de forma natural, sin recurrir a marcas comerciales, tal como lo hacían las abuelas. Ahora bien, antes de realizar cualquier preparación compensatoria para la piel, ya sea nutriente, hidratante, o para equilibrar el pH, debemos aprender a detectar que necesitamos.
Cuando hablamos de hidratación, podemos encontrar dos motivos por los cuales la piel se muestra seca: Que ese sea el tipo natural de piel; o sufra una condición, producto de agresiones externas causadas por falta de protección y cuidados diarios o exposición al sol excesiva. Los factores pueden ser muchos y es casi inevitable deshidratarse con los altos niveles de polución que hoy tenemos en nuestro ambiente. Incluso, y no menos importante, los niveles de ansiedad que manejemos influyen negativamente en la hidratación cutánea.
Todos los factores que tienen el potencial de irrumpir en el equilibrio celular y descontrolarlo, inciden de forma negativa en la capacidad de conservar o retener la humedad del tegumento, de manera que el metabolismo superficial se encuentra en dificultades respecto de la hidratación natural.
Vale recordar, que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Enfatizaremos en el hecho de que es un órgano, con lo cual tiene funciones que dependen del buen o mal estado de salud general. Si una persona no ingiere al menos 8 vasos diarios de agua, es muy probable que su organismo este deshidratado.
Sabemos entonces que no es posible con soluciones tópicas, naturales o de marcas registradas, compensar un desequilibrio que viene determinado por razones fisiológicas de orden interno.
Descubre cuales son los signos de una piel deshidratada
Aquí, una lista de comportamientos de tu piel, que te están avisando que es hora de atender su hidratación:
- Se dificulta deslizar los dedos sobre ella.
- Se opaca, o se muestra sin brillo.
- Tiende a descamarse.
- Se hacen pliegues con facilidad, incluso al dormir, y cuesta que recupere su elevación natural.
- Puede lucir agrietada.
En una piel seborreica o grasa, la producción excesiva de cebo puede alertarnos sobre un estado de deshidratación. Esto se debe a que la piel busca compensar la falta de humedad, con grasa.
La buena noticia, es que podemos tomar al toro por los cuernos y realizar en casa una crema casera destinada a hidratar nuestra piel.
¿Qué necesitamos?
- Manteca de cacao (2 cucharadas)
- Cera de abejas trituradas (2 cucharadas)
- Agua destilada o suero fisiológico (2 cucharadas)
- Aceite de sésamo o ajonjolí ( 3 cucharadas)
- Aceite de coco (2 cucharadas)
- Aceite de oliva (1 cucharada)
Manos a la obra
- Disuelve la cera de abeja en el agua destilada.
- Agrega a la mezcla de cera, la manteca de cacao y los aceites de oliva y coco.
- Prosigue con la cocción hasta que todo este disuelto.
- Retira de la cocción y deja enfriar.
- Coloca la mezcla en un tarro de vidrio, por unos días. Revisa y verás que ya tu crema tiene el aspecto y untuosidad propia de las cremas hidratantes que conoces.
Puedes emplear esta crema casera dentro del periodo de 6 meses.
Con la aplicación diaria de esta crema podrás reducir de forma notoria el aspecto reseco de tu piel y lucir un rostro luminoso, sin grietas, ni descamación, permitiendo que la piel recupere el aspecto radiante que le corresponde.
Lo mejor de todo, de forma natural, sin conservantes derivados del petróleo, o pruebas en animales y al alcance de cualquier presupuesto.
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