¿Otra vez atrapada por los complejos que te lanza tu espejo y sin saber cómo perder barriga? No te preocupes. Es normal que quieras verte bien y descubrir otro tipo de figura cuando te miras. Así que, si te pusiste como meta bajar tu abdomen rápidamente, vamos a darte unos consejos para que lo hagas de forma saludable, de una vez por todas. Pero cuidado. Va a requerir que seas responsable y constante. Las fórmulas mágicas, no siempre resultan como queremos.
- Retención de líquidos: Lo más probable es que esto te suceda, si percibes que tu vientre se hincha regularmente. Si bien puede darse en varias partes del cuerpo, la que nos avisa más frecuentemente con pesadez y malestar es la barriga. Para combatir la retención, la alimentación puede ser tu gran aliada. Sandías, antes del desayuno; una sopita de cebolla y apio, justo antes del almuerzo y la cena; espárragos, sin mayonesa; berenjenas, sin rebozar, etc… Todas claves para evitar la retención. Lo clásico sin aditivos, ni recetas elaboradas. ¿Quieres un té? Que sea de diente de león o té verde.
- La bendición del agua: Y no es sólo un decir. Se sabe que si consumes cada día, al menos 2 ½ litros de agua, el proceso digestivo, la saciedad y el combate al estreñimiento, serán batallas ganadas. ¡Y evita que retengas líquidos!
- Masticar, masticas, siempre masticar: Tu vientre agradecerá esta acción. Está demostrado que cuanto más mastiques, antes te saciarás. Además, al tragar tus alimentos bien triturados, haces que tu estómago trabaje menos. Lo que el cuerpo te agradecerá en forma de una digestión más tranquila, sin que tengas que sufrir la sensación de estar hinchada, pesada o los molestos gases.
- Saborizantes naturales: Es importante mantener el glucagón, que es la que se encarga de limpiar tu pancita de grasas y las convierte en energizantes para tu organismo, y bajar la insulina. Para ello, bajaremos la cantidad de azúcar que consumimos a diario. Esto no significa que todo lo que ingieras tiene que estar falto de sabor. Pero te garantizo que si lo disminuyes, verás muy pronto una barriga plana. Otro saborizante, que reemplazaremos con hierbas aromáticas, la sal. No cabe duda que es una de las grandes culpables, cuando de retención de líquidos hablamos. Evita cualquier dolencia cardíaca y baja de peso, controlando las cantidades de sal en tus comidas.
- Hay vida más allá de las abdominales: Si bien son muy populares una infinidad de rutinas orientadas al abdomen, sin una buena alimentación y ejercicios que ayuden al tratamiento integral del cuerpo, no llegaremos a nada. El será dieta, rutinas aeróbicas y, recién entonces, trabajo general y localizado.
Sé que pueden no sonar simples estos tips que te damos. Pero tu victoria se resume en prestar atención a lo que tu cuerpo dice y, si te dice que no tiene hambre, no comas. Hazlo cuando de verdad te lo pida y en cantidades moderadas. Acompaña esto con ejercicios, visita a tu médico para que te controle y verás que, con esta combinación, tu espejo ya no tendrá más nada que decir que no te agrade.
No olvides contarnos cómo te fue. ¿Tienes algún otro consejo para compartir?